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Seguro que llevas toda la vida escuchando hablar del famoso yin y el yang. Incluso sólo con mencionarlo se te puede venir a la cabeza su popular símbolo, representado por una esfera o un círculo separado en dos formas curvas de colores distintos, que son el blanco y el negro. Es un símbolo que forma ya parte de la cultura popular. ¡E incluso lo hemos visto en tatuajes por su simbolismo y todo lo que transmite!
Pero... ¿sabes cuál es su origen y que representa exactamente del ying y el yang? ¿Piensas que este círculo simplemente habla de los polos opuestos? ¡Va mucho más allá de eso! Si eres una persona espiritual, seguro que este tema te interesa, así que sigue leyendo: te contamos qué es el yin y el yang, de dónde viene este concepto tan interesante y qué significado espiritual tiene (además de cómo puede ayudarte a entender un poco mejor la vida). ¡No te lo pierdas!
Qué es el ying y el yang
El concepto del yin y el yang es un principio filosófico y religioso que explica la existencia de dos fuerzas opuestas, pero complementarias, en el Universo. Surgió del taoísmo, una doctrina filosófica y religiosa de origen chino con más de milenios de antigüedad, que entiende que todo lo que existe en el Cosmos tiene una contraparte que es necesaria para su existencia. Básicamente, la energía que fluye entre estas dos partes es la energía que rige todo lo que conocemos y cualquier aspecto de nuestra vida.
¿Algunos ejemplos que ilustran la filosofía del yin y el yang? Aquí tienes unos cuantos para entender mucho mejor el concepto:
- La vida y la muerte
- El blanco y el negro
- La noche y el día
- El cielo y la tierra
- La salud y la enfermedad
- La oscuridad y la luz
- El bien y el mal
- La pobreza y la riqueza
- El frío y el calor
- La felicidad y la tristeza
- El propio símbolo de Yin Yang
¿Qué simboliza el yin y el yang?
Este concepto representa un equilibrio dinámico de fuerzas opuestas pero complementarias e interconectadas, conocido como ‘chi’. Según la Escuela Superior de Medicina Tradicional China, el yin se asocia con la energía femenina, y el yang, con la energía masculina:
- Simbolismo del yin: El yin se asocia a lo femenino, la oscuridad, la quietud, la pasividad y la energía de la Tierra y la Luna. Las mujeres se asocian con el yin porque el ciclo menstrual suele durar 28 días, como el ciclo lunar.
- Simbolismo del yang: El yang, por su parte, se asocia con la energía masculina, con la actividad, el movimiento, el crecimiento, el dominio, el calor y la fuerza.
El símbolo del yin y el yang
¿Sabías que la representación gráfica de las fuerzas yin y yang se conoce como 'taijitu' en chino? Este un diagrama representado por un círculo dividido a través de una línea sinuosa, en dos 'peces' con los colores negro y blanco. El círculo externo del taijitu simboliza la totalidad del universo. Se cree que este dibujo fue creado por Lai Zhide (1525-1604), un practicante taoísta de la dinastía Ming. Se menciona por primera vez en el libro ‘Discernimientos sobre los diagramas de las mutaciones’, escrito durante la dinastía Qing (1644-1912).
Cada color del círculo tiene un punto del color opuesto dentro, para simbolizar la presencia de la fuerza opuesta en él y también que nada es absoluto. Curioso, ¿verdad?
Los principios del yin y yang
Según el taoísmo, el yin y el yang responden a ciertos principios universales. En su obra ‘Taoísmo: Introducción a la historia, la filosofía y la práctica de una antiquísima tradición china’, la autora Eva Wong enumera los más famosos, que aquí te resumimos:
- El Yin y el yang son opuestos y complementarios: Todo en el universo posee un opuesto que lo complementa, que le otorga su razón de ser y lo delimita. Sin embargo, estas energías no son absolutas, ya que para esta filosofía todo es relativo.
- Hay yin dentro del yang, del mismo modo que hay yang dentro del yin.
- Ambas fuerzas se consumen mutuamente y son necesarias para que existan a la vez, complementándose: Ambas energías forman un equilibrio dinámico. Si uno aumenta, el otro disminuye, y viceversa: un aumento de energía yin implica una disminución de energía yang, pero esto no es considerado como un desequilibrio, sino como parte del proceso vital.
- Yin y yang pueden subdividirse y transformarse infinitamente: la energía yang puede dividirse para crear energía yin y yang (y viceversa). Del mismo modo, una de las fuerzas puede transformarse en su opuesta. El yin y el yang pueden convertirse el uno en el otro, porque existe yang en todo yin y yin en todo yang.
- Yin y yang son interdependientes: cada una de estas fuerzas necesita de la otra para existir. El yin no pueden existir sin el yang, del mismo modo que el yang no puede existir sin el yin. ¡Igual que no puede haber día sin noche!
Taoísmo: Inroducción a la historia, la filosofía y la práctica de una antiquísima tradición china (Autoayuda y superación)
Las aplicaciones del yin y el yang
¿Sabías que el feng-shui –esa práctica y técnica para decorar el hogar y los espacios de manera que fluya en ellos la energía positiva y nos sintamos bien– está estrechamente ligada a la idea del yin y el yang?
En el hogar, como en otros ámbitos, “el yin representa la zona donde no toca el sol, el frío y la humedad y la oscuridad. El yan presenta el lado soleado, es decir el calor y la luz. Todos los elementos del hogar y los diferentes espacios por supuesto también se rigen por estos mismos principios”, apunta la experta Loli Curto en su obra ‘Feng Shui: La salud y el bienestar de tu casa’.
Así, cuando los elementos del yin y el yang están en equilibrio en su entorno, hay un buen flujo de ‘chi’ que promueve la salud, el bienestar, la felicidad y la longevidad.
Pero el concepto del yin-yang tiene más aplicaciones. También se usa como base para las artes marciales, entendiendo el choque de los cuerpos durante los combates como una danza de fuerzas opuestas cuyas energías son también complementarias.
El principio del yin y el yang, por último, también puede aplicarse a las relaciones humanas. ¿Alguna vez has oído eso de que los polos opuestos se atraen? En este caso, este concepto habla de dos energías que se complementan, o de dos personalidades en las que existe reciprocidad, que permiten alcanzar un equilibrio amoroso.
